Nosotros siempre teníamos hambre.(Extracto del libro "Flores deshojadas" Escrito por Minerva de Los Ángeles)

Rocio MarJua

2 h

María 28 años.
Nosotros siempre teníamos hambre.
Desde que me acuerdo teníamos hambre, mi hermano y yo teníamos hambre.
A veces los vecinos nos regalaban tortillas y frijoles, la mayoría de las veces fríos, y nos sabían sabrosos.
Mi mamá? Ella trabajaba todo el día ahí en la casa recibía a muchos señores. Cuando estaba joven era bien bonita, morena, de cabello lacio, nalgona, bonita. En ese tiempo recibía un montón de señores yo creo que eran como cinco o seis cada vez que recibía, a Juan y a mí nos sacaba de la casa, viviamos cerca de los tiraderos de basura. Lo malo es que si llegaban en la noche o en la madrugada ella nos sacaba. Ahora que estoy vieja pienso que para que trabajaba tanto si nunca nos dio nada: los zapatos rotos o dispares, la ropa raída que traíamos lo poco que comiamos los vecinos nos lo daban. Yo creo que sentían lástima por nosotros. Escuela? Qué es eso? Jijiji, No te creas, sí sé que es una escuela pero no, nunca nos mando.
Mi papá? Tú te burlas de mí verdad? Jamás supimos quiénes fueron nuestros papás, porque eso sí siempre nos dijo que no era el mismo, yo estoy segura que ni siquiera sabía ella quiénes fueron nuestros papás.
Ni siquiera sé cómo sobrevivimos cuando éramos bebés yo creo que también alguna vecina nos cuidaba. Tenía yo nueve años y Juan 7, esa noche mi mamá no sacó como muchas veces, hacía frío, ahí en los tiraderos se veían fogatas, y nos fuimos para allá para calentarnos un poco. Habían muchos viejos tomando, y nos sentamos ahí con ellos. No supe ni cómo fue pero nos dieron cerveza y vino, y ni supe cómo fue, pero, nos dormimos un rato se sentía bien ahí calientito y traíamos algo en la panza aunque nos hacía sentirnos como pendejos. Me despertaron los gritos de Juan, nunca lo había oído gritar así, gritaba como si lo estuvieran matando... Lo tenían agarrado entre dos viejos, le quitaron el pantalón y los calzones y se lo estaban metiendo, primero uno y después el otro, y Juan chillaba y gritaba. Y yo como pendeja viendo todo sin hacer nada... Cuando acabaron lo dejaron tirado ahí, pobrecito de Juan casi ni se movía lloraba como si le faltará el aire, gritaba pa dentro. Fue cuando me acerqué a verlo, había mucha sangre mucha! Un montón de sangre Así como cuando atropellan a los perros y se les salen las tripas. Y después me jalaron a mí, también grité y me jalonie, de nada valió, también me lo hicieron por delante y por detrás, la diferencia es que yo aguante ves? Ojalá y me hubiera muerto igual que Juan. Nos dejaron allí tirados, no sé cuánto tiempo fue, pero los vecinos nos recogieron y nos llevaron donde vivíamos con mi mamá.

Todos cooperaron para el entierro de Juan, pobrecito, parecia un angelito de esos que te pintan en las imágenes, hasta estaba sonriendo. Y me quedé sola...
Cuando ya estuve bien, cuando ya estuve buena, mi mamá dijo que le habían ahorrado la molestia y que ya podía ayudarla. Y ahora era yo la que recibía señores. Más grande me fui de la casa, sigo viviendo de esto, al menos ya como bien y me visto como yo quiero, pagó mi cuarto, es mío! A veces viene mi mamá a buscarme, ya está vieja y acabada, ya no sirve para este trabajo, a veces le doy unos centavos no sé ni porque, porque no se los merece.
Lo extraño es que no sé porqué, pero, aunque tengo para comprar de comer, siempre tengo hambre!
Amor? Que es eso?

(Extracto del libro "Flores deshojadas"
Escrito por Minerva de Los Ángeles)
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