liente cuando saqué todo aquello del paquete. Tuve que bajar a la gasolinera de la esquina y utilizar la bomba de aire.
Hinchada tenía mejor pinta. Grandes tetas, un culo. Inmenso.
—¿qué es eso que tiene ahí, amigo? —me preguntó el de la gasolinera.
—oiga, oiga, yo le he pedido prestado un poco de aire. Soy un buen cliente, ¿no?
—bueno, bueno, puede coger el aire. Pero es que no puedo evitar la curiosidad... ¿Qué tiene ahí?
—¡vamos, déjeme en paz! —dije.
—¡DIOS MÍO! ¡Que TETAS! ¡Mire, mire!
—¡ya las veo, imbécil!.
Le dejé con la lengua fuera, me eché el chisme al hombro y volví a casa. Me metí en el dormitorio.
Hinchada tenía mejor pinta. Grandes tetas, un culo. Inmenso.
—¿qué es eso que tiene ahí, amigo? —me preguntó el de la gasolinera.
—oiga, oiga, yo le he pedido prestado un poco de aire. Soy un buen cliente, ¿no?
—bueno, bueno, puede coger el aire. Pero es que no puedo evitar la curiosidad... ¿Qué tiene ahí?
—¡vamos, déjeme en paz! —dije.
—¡DIOS MÍO! ¡Que TETAS! ¡Mire, mire!
—¡ya las veo, imbécil!.
Le dejé con la lengua fuera, me eché el chisme al hombro y volví a casa. Me metí en el dormitorio.
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