donde la vida del espíritu no encaja; ¡anda lee ese libro! Y deja que la mirada explore el bosque, abre los ojos a la sorpresa. ¡Anda! ¡Levántate y ve a sacudir la moral de las petulantes y buenas conciencias! ¡Oh! Cuán dolorido y quejumbroso aullar en la estepa solitaria. Aquel que lee en el libro-bosque no lleva cuaderno de notas, sólo lee y se oculta entre la hierba, y comprende su voz en las voces de la cultura.
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En el libro-bosque recuerdo mi asombro al leer el libro de Hermann Hesse “El lobo estepario” … Atisbo en el camino para seguir sus huellas. Al lobo lo he visto husmear y sestear sobre mi estilo de pensar nómada. Lo veo a lo lejos cómo corre y se aleja y va hacia indistintos lectores; y a los cuales, os asustará sin duda. Abre el libro, atrévete a leerlo, os aseguro que cambiará tu vida. No hay camino más falso que el seguir la vanidad del presente material
FERNANDO CONTRERAS
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